Estimaciones recientes consideran que las ciudades medianas de Argentina como Río Cuarto (Córdoba), generan cada día alrededor de un kilogramo de residuos por habitante (Informe del estado del ambiente, MSyA, 2016), es decir, se producen
147,18 toneladas por día de Residuos Sólidos Urbanos -en adelante RSU-, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿cómo se gestionan los residuos?, ¿qué lugar ocupan lxs recuperadorxs urbanxs en la gestión de los RSU?, ¿qué rol juegan las experiencias asociativas de trabajo por ellxs integradas?, y más puntualmente ¿qué experiencias asociativas vinculadas al trabajo de lxs recuperadorxs de residuos podemos destacar en Río Cuarto?, ¿cómo podemos caracterizarlas, en términos de sus historias, estructuras,
procesos y dinámicas?, ¿cómo son experimentadas y significadas por sus trabajadorxs, en tanto hacedorxs y principales protagonistas?
Conocemos por estudios anteriores (Kenbel y Galimberti, 2018) que en nuestra ciudad coexisten dos circuitos vinculados a la gestión de RSU. Por un lado, el circuito “formal” que refiere al servicio que el municipio presta a través de una empresa privada -en este caso Cotreco S.A.- que se ocupa de la recolección y enterramiento como destino final de la basura. Por otro lado, un circuito “informal” integrado principalmente por lxs recuperadorxs urbanxs quienes, de manera individual u organizadxs, realizan
actividades de recolección, clasificación, acondicionamiento, reutilización y venta de materiales diversos (papel, cartón, vidrio, plástico, metales, etc.). Nuestra preocupación gira en torno a las distintas experiencias asociativas de trabajo integradas por
recuperadorxs urbanxs de residuos. Buscamos comprender estas experiencias, entendiendo que forman parte de un sector de la Economía Popular -en adelante EP-, atravesado por situaciones de desigualdad y alta vulnerabilidad social en relación al
acceso a sus Derechos Humanos fundamentales. Actorxs colectivxs que realizan la actividad de reciclaje en condiciones insalubres, con ausencia de regulaciones y reconocimiento de sus derechos laborales como agentes ambientales.
Nuestro foco de atención, desde la disciplina del Trabajo Social, está puesto en la promoción y defensa de los Derechos Humanos, la construcción de ciudadanía y el compromiso con las estructuras organizativas que crean las experiencias asociativas.
Siguiendo a Franceschi (2014) también consideramos que es necesario pensar en lo ambiental como parte de la nueva cuestión social y junto a las organizaciones sociales; visualizar, en defensa de sus derechos de ciudadanía, los asuntos ambientales como
parte de las luchas por políticas públicas inclusivas de las necesidades de las mayorías. ¿Por qué nos interesa conocer esas experiencias asociativas de trabajo desde la perspectiva de sus protagonistas? Porque advertimos que existe un desconocimiento
público y político de estas experiencias en la ciudad de Río Cuarto. Tal desconocimiento genera tensiones y desencuentros con el Estado municipal que se manifiestan a efectos prácticos, por ejemplo, en las tomas de decisiones vinculadas a las (im)posibilidades de que cuenten con recursos que mejoren las condiciones socio laborales de sus integrantes. Para contrarrestar estas condiciones de precariedad estructural, agravada en tiempos de crisis económicas, han surgido en la ciudad, distintas experiencias
asociativas de trabajo integradas mayoritariamente por recuperadorxs urbanxs. Por caso, las cooperativas “Todo Sirve” (2011) y “Recuperadores Urbanos Río 4 (RUR4)” (2014), a las que se suman las experiencias incipientes “Emprendedores en lucha” y “El
poleo” (2020). En el presente trabajo focalizamos nuestra atención en aquellas experiencias
asociativas “consolidadas” que vienen funcionando hace ya algunos años. Pues las exploraciones preliminares nos permitieron advertir que por haber atravesado distintos estadios en el devenir del proceso asociativo y en su relación con otrxs actorxs de la sociedad civil y el Estado municipal, dichos casos resultaban más pertinentes y potentes para la resolución de los objetivos de conocimiento que guían nuestras indagaciones. No descartamos el abordaje de las experiencias más incipientes en futuras investigaciones.